
Escribí mi primera entrada, y aunque me gustó durante las primeras horas la sentía demaciado analítica y compleja, asi que, decidí para gusto mío y de los que viven en mi casa (porque he detenido la estridente música), escribir una nueva.
Soy una ensalada, sí. Llegué a esa conclusión y, debo decir, decidir el nombre para mi blog no fue nada fácil sobretodo porque debía considerar el nombre que (se supone) identificará para siempre mi blog personal. Era como nombrar al hijo que nunca tendré.
Las ensaladas me encantan, sobretodo las de frutas, las consumo hace 6 años en el desayuno como parte de mi transformacion naturista. Es lo primero que quiero probar al despertar y muchas veces es la razón por la cual me levanto de la cama. Ese sabor fresco, dulce, alegre, e inmensamente nutritivo me gusta tanto que he ideado mil formas de hacerlas.
Mis preferidas son las que llevan de todo, claro, lo que para mi es todo: yogurt descremado (porque se combina mejor con los jugos), harto salvado con germen de trigo, frutas secas, polen, miel de abejas, más de 6 frutas tropicales y su sinuosa linea de algarrobina para rematar. Maruja siempre las tiene preparadas cuando bajo por desayuno, no sé como lo hace, no sé si tiene una casa naturista oculta o si las prepara de madrugada sin que lo note, pero me encanta saber existirá una cuando me levante, hasta que ella viva, claro.
Una ensalada, asi no sea de frutas, es colorida, produce diferentes sensaciones, es sabrosa, saludable y encima es fácil de asimilar. Asi siento que soy yo y por ende será este blog.
Diferentes sabores, contrastes y nutrientes puestos en un recipiente.
Si no te gusta la ensalada, ¿por qué no pruebas de esta?
Síguela...